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¿Las grandes fiestas indígenas son excesos?

Comentario al artículo “El Kamari ista de Canelos: función y significado del gran ritual amazónico” de Cabrero, F., & Tello, W. Y. (2023), publicado en la revista Anthropologica, 41(50), 88–118. https://doi.org/10.18800/anthropologica.202301.004 

Mientras leía el artículo, con emoción, ya que trataba de una fiesta del compartir o del banquete abundante (Kamari ista), me llamó la atención el uso de algunas palabras que los autores eligieron para calificar el evento: “festines pantagruélicos” (cantidad excesiva de comida), “reflejos orgiásticos” (sexo sin moderación donde se consume alcohol y otros estimulantes), “desmesura” (desarreglo, desorden, exceso), “gasto suntuario” (gasto lujoso), “frenesí orgásmico” (más sexo y libaciones sin moderación) y “desgaste hasta el agotamiento”. Pero las siguientes frases, con las que inicia y termina el acápite de las conclusiones, sí que me atribularon: “El Kamari ista es uno de los rituales más antiguos y desmesurados de la Amazonía y de toda América” (p. 114) y “fiesta sagrada de dimensiones monstruosas” (p. 115). (Los subrayados son míos).    

No estoy de acuerdo con estas afirmaciones, ya que los antropólogos de turno, al mismo tiempo que analizan la función y el significado de la fiesta, califican, de forma subyacente, el Kamari ista como excesiva, desmesurada, grotesca, orgiástica, lujuriosa y monstruosa, calificativos que, además, podrían transformarse en adjetivos dirigidos a la gente Canelo. 

Considero que los antropólogos, paradójicamente convocados por la gente Canelo, pecaron de incautos al expresar lo que pensaban los colonizadores europeos sobre estas fiestas y lo que, actualmente, muchas personas piensan. Estamos frente a una antropología clásica y colonial que, por un lado, devela funciones y significados y, por otro, juzga a través del conservadurismo moral y económico. 

Pero, la preocupación es solo mía, porque sé que la gente Canelo tomará el asunto con ligereza. Total, han sobrevivido a la opinión de colonizadores europeos, misioneros, ingenieros, economistas y otros, entonces, por qué no habrían de sobrevivir a la opinión de los antropólogos. La fiesta seguirá su proceso, sea de forma oculta o evidente. El banquete de la abundancia y del compartir fluirá, porque es un momento de encuentro y recreación, un espacio de negociaciones y afirmaciones, de alianzas y desencuentros, de procreación y fertilidad, una fiesta que, al final, reproduce la trama del ocio de los pueblos indígenas amazónicos. Pero, lo que me preocupa es que, a partir de la patrimonialización de esta fiesta, una ráfaga de personas, bajo la excusa del turismo, pretenda ir donde la gente Canelo a ratificar lo que ya se ha convertido en un estereotipo amazónico: “en la selva se valen todos los excesos”. Como verás, ya ni siquiera me preocupa el discurso del conservadurismo moral y económico, sino la gente no indígena que busca dónde ejercer, irrestricta e impunemente, sus excesos (trata de personas, turismo sexual, etc.). 

En conclusión, El Kamari ista, así como otras fiestas indígenas amazónicas, no son excesos; son magnificentes eventos del compartir y expresiones de la abundancia que la gente pone en marcha incluso cuando el discurso científico habla de la “extinción de la diversidad biocultural” (Athayde et al., 2022, p. 13–17). ¿A qué se deberá esto? ¿Por qué la persona indígena sigue manifestando en su diario vivir el hecho de compartir en abundancia? Sospecho que su discernimiento no obra en base a la escasez, como postula la economía clásica, sino, como dijo el antropólogo James Suzman, en la “presunción de la abundancia” (2021, p. 15).

¿Este pensamiento, es un rezago de la era de la abundancia? Recuerdo que el biólogo José Álvarez Alonso, en una entrevista, me dijo que las poblaciones indígenas amazónicas, antes de la llegada de la gente europea, vivía en abundancia de recursos (Pinedo Macedo, 2020). Sí, es posible que sea un “reflejo” cultural, pero me parece que este comportamiento se debe a la capacidad de la gente, del ser indígena, de festejar a lo grande aun la evidencia o la sensación de escasez. Tal vez esto se deba a que en la idea o en la fe indígena, siempre habrá de dónde sacar: de la naturaleza, del Estado, de las empresas extractivas, del colono, del extranjero, de las ONGs, de los misioneros, del cocalero, del ingeniero y hasta del antropólogo. Esta es la mentalidad de la abundancia que provee a la gente del bosque y del río amazónico, siempre.

Me hubiera gustado discutir eso de la función y el significado del Kamari ista, pero no podrá ser, porque estos colegas me han hecho renegarsh al juzgar la gran fiesta del compartir y de la abundancia como excesiva e inmoral. Ni modo, solo pondré los puntos clave. Entonces, según los autores, el Kamari ista tiene las siguientes funciones y significados:

  • Evita una excesiva separación y proximidad entre los dominios masculino y femenino, entre la persona y la no persona. 
  • Es un ajuste de la identidad colectiva a partir de la relación con la otredad (el “runa” o gente frente al extranjero).
  • Manifiesta el contraste ente el caos y el orden.
  • Es un escenario de unificación. 
  • Tiene una función integradora y asegura la fertilidad y el equilibrio cósmico a partir del intercambio recíproco y la mediación de conflictos.
  • Es una oportunidad para ganar prestigio o darse a conocer como un jefe generoso.
  • Permite el reencuentro y la reafirmación de la identidad común. 
  • Reafirma el tabú del incesto. 
  • Es una reminiscencia de las fiestas ancestrales amazónicas centradas en el intercambio y en el fortalecimiento de los vínculos sociales. 
  • Regula la aparición de un jefe excesivamente poderoso.
  • Representa a los poderes de los espíritus del bosque y del río. 
  • Funciona como “cortina de humo” para no revelar la continuidad de la cultura Canelo frente a los ojos cristianos.
  • Sirve para forjar alianzas y reorganizar la estructura social.
  • Es un ritual que tiene la finalidad de: alejar el caos y la destrucción, asegurar el equilibrio cósmico entre las fuerzas sobrenaturales y la humanidad, superar el incesto mediante las relaciones de parentesco y la colaboración, recordar los lazos de los parientes afines y consanguíneos, mostrar la resistencia cultural y controlar el surgimiento de jefes poderosos (por ejemplo, la iglesia y el Estado).
Donaldo Humberto Pinedo Macedo
Cusco, octubre de 2023.
https://orcid.org/0000-0002-0269-7097
201426@unsaac.edu.pe

Referencias 

Athayde, S., Shepard, G., Cardoso, T. M., van der Voort, H., Zent, S., Rosero-Peña, M., Zambrano, A. A., Surui, G., & Larrea-Alcázar, D. M. (2022). Capítulo 10: Interconexiones críticas entre la diversidad cultural y biológica de los pueblos y ecosistemas amazónico. En: C. Nobre, A. Encalada, E. Anderson, F. H. Roca Alcazar, M. Bustamante, C. Mena, M. Peña-Claros, et al. (Eds). Informe de evaluación de Amazonía 2021 (iTranslate, Trad.). United Nations Sustainable Development Solutions Network. Disponible en https://www.laamazoniaquequeremos.org/spa_publication/informe-de-evaluacion-de-amazonia-2021/. DOI: 10.55161/OGJJ8518. 

Pinedo Macedo, D. H. (2020). Entrevista al biólogo José Álvarez Alonso, Director General de Diversidad Biológica (Ministerio del Ambiente), Estudios Amazónicos, (12), 115–129. Disponible en: https://drive.google.com/file/d/1pO9Msh_AU9prABMQqw2wPBr3bcdOxP_Y/view 

Suzman, J. (2021). Trabajo. Una historia de cómo empleamos el tiempo. Penguin Random House. (Trabajo original publicado en 2020)

Información editorial

Crédito de la foto:

Donaldo Humberto Pinedo Macedo, compartir en la comunidad nativa de Shipetiari (Manu, Perú), pueblo indígena amazónico Matsigenka (familia Arawak), 28 de julio de 2022. 

Fecha de recepción: 

22 de octubre de 2023.

Fecha de publicación: 

23 de octubre de 2023.

Cita sugerida (APA): 

Pinedo Macedo, D. H. (2023, 23 de octubre). ¿Las grandes fiestas son excesos? El ocio en la Amazoníahttps://ocioamazonia.blogspot.com/2023/10/kamari-ista-fiesta.html

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